El piercing en la lengua es una de las perforaciones más habituales en la sociedad actual, sobre todo entre el público femenino. Existen un total de cuatro tipos de perforaciones diferentes en la lengua, cada una de ellas con sus propias características, como el venom piercing.
Historia del piercing en la lengua
Algunos estudios han revelado que fueron los aztecas y los mayas los primeros en la historia en utilizar este tipo de perforaciones. Más allá del sentido puramente estético que tiene hoy en día el piercing en la lengua, en América Central se creía que permitía estar en contacto con los Dioses. Generalmente, se utilizaban barras de oro, símbolo de estatus.
Venom Piercing
Entre los diferentes tipos de piercing en la lengua que existen, el venom es uno de los más conocidos; se trata de dos perforaciones verticales a ambos lados de la lengua. Se trata de un piercing muy delicado y que recuerda a los colmillos de una serpiente. De ahí que se denomine venom, ya que esta palabra en inglés significa “veneno”. La dificultad de realizar este tipo de perforación radica en la suma precisión que debe tener el profesional para evitar la perforación de cualquier tipo de nervio o vena de la lengua. Lo más común es que la perforación se realice inclinada hacia dentro con este fin. Su periodo de cicatrización ronda los dos o tres meses. En cuanto a las joyas que se utilizan, generalmente son barbells rectas de 1,6 mm de diámetros y entre 12 y 18 mm de longitud.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento para realizar un piercing venom requiere de una serie de pasos. Lo primero es encontrar la postura adecuada; generalmente, cualquier tipo de piercing en la lengua se hace sentado con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante, con la barbilla hacia el pecho. Es la mejor postura para extender la lengua y, además, evitar que cualquier elemento que caiga se introduzca en la garganta. A continuación se desinfecta la zona, para lo cual se enjuaga la boca con un colutorio antibacteriano. El siguiente paso es marcar los puntos por los que debe pasar la aguja y sujetar la lengua con una pinza. Y, por último, el piercer procede a realizar la perforación y a insertar la joya con una aguja hueca.
¿Duele?
A la hora de apostar por un venom piercing, una de las preguntas más habituales si duele. Pues bien, lo cierto es que el piercing en la lengua es uno de los más dolorosos ya que en la misma hay una gran selección de terminaciones nerviosas. Además, a diferencia de otras zonas del cuerpo no se puede utilizar ningún tipo de spray anestésico por riesgo de intoxicación. Claro que esto también depende del nivel de dolor que cada persona sea capaz de soportar. Lo más importante es acudir lo más tranquilo posible a la perforación; de esta forma, todo resulta muchísimo más sencillo.
Cuidados
Un piercing en la lengua requiere de grandes cuidados; tal y como hemos señalado, el proceso de cicatrización del venom piercing puede ser de hasta tres meses. Pues bien, durante los tres primeros días es aconsejable tomar únicamente alimentos líquidos, como cremas, evitando que estén calientes y picantes. Además, durante los primeros días tras la perforación es habitual que resulte difícil hablar. La inflamación tarda aproximadamente una semana en desaparecer; a partir de ahí es el momento de poco a poco irse acostumbrando a hablar con la joya e ir tomando alimentos sólidos. Para evitar cualquier tipo de infección conviene tener una serie de tips en cuenta. Por un lado, no fumes ni bebas alcohol hasta que la herida haya cicatrizado. Por otro lado, es esencial que te laves los dientes después de cada comida. Y, por último, muy recomendable que realices gárgaras tres veces al día con un colutorio que no contenga alcohol.
Riesgos del venom piercing
Los riesgos de este tipo de piercing son dos: infecciones y perforación de nervios y venas. En relación a la infección, hay que tener en cuenta que la lengua se encuentra en un entorno húmedo y, además, cálido; un lugar idóneo para el desarrollo de bacterias. En cuanto a la perforación de nervios y venas, es esencial que el piercer tenga muchísima precisión para evitarlo. Si la aguja daña un nervio las consecuencias para la salud pueden ser fatales: alteración del sentido del gusto, problemas de movimiento… Esto es algo que sucede muy pocas veces ya que los piercers son grandes experimentados.