Un Home Studio es un estudio casero en el que se realizan grabaciones musicales. Por extensión, también se llama Home Studio a la práctica de grabar música en casa en lugar de en un estudio de grabación profesional. Gracias a una serie de avances tecnológicos, las grabaciones caseras o de Home Studio se realizan hoy con una gran calidad. De hecho, el grupo The Beach Boys grabó dos de sus álbumes en un estudio casero: el primero fue ‘Smiley Smile’ (1967) y el segundo ‘Wild Honey’ (1967). También grabaron en casa grupos y artistas como Foo Fighters (‘There’s Nothing Left To Lose’ y ‘Wasting Light’ ) o Bruce Springsteen (‘Nebraska’, 1982). De todos modos, muchos profesionales de la industria musical opinan que un Home Studio no es capaz de superar a los estudios profesionales en cuanto a precisión técnica y resultados.
Requisitos para un buen Home Studio
Sin embargo, siguiendo las recomendaciones de músicos con experiencia en grabaciones caseras, es posible realizar un Home Studio en condiciones. Para ello, son necesarias herramientas como las siguientes:
- Ordenador: Para un Home Studio es imprescindible disponer de un PC. Un ordenador potente agilizará los tiempos de exportación de cada grabación. Además, un buen ordenador captará más fielmente las entradas de audio. Hoy, los Home Studio soportan tanto Windows como Macintosh.
- Interfaz de audio: Para empezar, el músico dispuesto a hacer una grabación casera necesita una interfaz de audio o una tarjeta de sonido externa; este dispositivo convertirá la señal analógica en digital y a la inversa. Esta interfaz ha de contar asimismo con un previo o preamplificador para conectar los micrófonos e instrumentos y transformar las ondas sonoras en señal eléctrica. Además, la interfaz debe disponer de salidas de audio para monitorizar lo grabado a través de auriculares o altavoces.
- DAW: Una Estación de Trabajo de Audio Digital da apoyo virtual a la grabación. A través de esta editamos la música a nuestro gusto y guardamos los proyectos. Además, una DAW proporciona una edición no destructiva, por lo que es posible volver atrás y recuperar fragmentos grabados con anterioridad.
- Altavoces y monitores: Los altavoces y los monitores son indispensables para escuchar cada grabación. Para los procesos de mezcla es fundamental contar con dos altavoces con una respuesta en frecuencia plana para enturbiar lo menos posible ciertos sonidos y escucharlos tal y como se están grabando.
- Transductores o micrófonos: El micrófono debe ser dinámico o de bovina móvil para grabar voz o sonidos con decibelios elevados (como los provocados por un bombo de batería). Por el contrario, es necesario un micrófono de condensador para captar sonidos ambiente o de fuentes que emiten una gran variedad de decibelios (como, por ejemplo, los sonidos de los platos de una batería).
En definitiva, un músico puede prescindir de un estudio profesional sin renunciar por ello a crear proyectos de calidad. Lo más importante es disponer de un buen preamplificador, un monitor de estudio con respuesta plana para mezclas, dos monitores para la escucha, un transductor y un dispositivo analógico o digital de grabación. Para montar un Home Studio, lo más fácil es conectar la interfaz de audio al ordenador mediante una conexión USB o un puerto firewire (IEEE 1394). Luego, es necesario instalar los drivers, abrir la DAW y escoger una interfaz de usuario. Después, los micrófonos u otras entradas de audio deben ser conectados al dispositivo de grabación.
Anécdotas en un Home Studio
Los Home Studio han llevado a los artistas a grabar música en condiciones que tal vez nunca habían imaginado. Una de las anécdotas más famosas está protagonizada por los componentes de The Beach Boys, que durante la grabación de ‘Smiley Smile’ (1967) se introdujeron en el interior de una piscina vacía para conseguir el efecto que lograrían con una cámara de eco. Además, el ingeniero del disco, Jim Lockert, llegó a confesar asimismo que algunas de las voces del disco se grabaron en una ducha. En ocasiones, grabar un disco en un estudio de grabación casero deriva también en situaciones simpáticas. Dave Grohl, líder de la banda Foo Fighters, no solo hizo público que el grupo grabó en un Home Studio el álbum ‘There’s Nothing Left To Lose’ (1999), sino que comentó además como curiosidad que los componentes del conjunto preparaban carne asada al terminar cada día de grabación.